Las
personas solemos hacernos esta pregunta: ¿Qué hubiese pasado si...? No
debemos tener en mente qué podría haber pasado, porque eso nos nubla el
porvenir. El pasado, pasado será, y no hay forma de cambiarlo. Cuando se
han tirado los dados, la partida ha empezado.
Quejarse es de
cobardes porque si siempre te estás quejando nunca aceptarás lo que
realmente eres. La autocrítica, aunque útil, no te beneficia si la usas
de forma constante. Si nos encasillamos al pasado es porque nos da miedo
lo que pueda llegar, el porvenir de los sucesos, y puede que estos no
encajen en nuestra vida.
Como decía Eckhart Tolle " nada de lo
que sucedió en el pasado te puede impedir estar en el presente, y si el
pasado no puede evitar que estés en el presente ahora, ¿Qué poder
tiene?
Di sí a la vida, acepta las cartas que te han tocado, y juégalas a tu favor.
Pseudònim: Paula
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