dilluns, 15 d’octubre del 2018

¿Existe el cielo o se lo ha inventado el ser humano?


Para muchos pensadores de este tipo, reductores de la realidad humana al alcance de sus manos, la única posibilidad para que el hombre pueda vivir contento, lejos de la angustia que le aporta un deseo eternamente insatisfecho, estriba en recortar el horizonte de ese mismo deseo. Si el hombre no quiere reconocer que su búsqueda infinita está destinada al absurdo (o a Dios), debe proporcionarle un objeto a su medida humana: la Humanidad y su mejora será la nueva deidad. Dios, sobre todo el de los cristianos, no es sino el conjunto de los deseos insatisfechos del hombre proyectados en una falsa trascendencia. En realidad, es el hombre el dios del mismo hombre. El hombre ha adornado a Dios con los tesoros de su propia interioridad indigente.

Humanismo radical e inmanente, antiteísmo (más bien que ateísmo) y crítica final a toda religión, son los tres elementos básicos de este pensamiento. Aunque algunas de sus afirmaciones describen perfectamente la situación del hombre actual, sin embargo su pensamiento no se adentra para dar razón filosófica del porqué de la sed de eternidad o de infinito en el corazón del hombre. Dibuja a Dios como una proyección pero no aborda el origen de dicha proyección: por qué el hombre no se contenta con esta realidad y busca “proyectar” su propia existencia siempre más allá.

Pseudónimo:Eltorres