Una vez me miré en el espejo y me vi reflejada tal y como era en ese momento. AhÃ, perpleja, se me ocurrió el preguntarme como me gustarÃa ser en adelante, pues se me antojó que solo tomando una decisión podÃa cambiar mi futuro e incluso llegar a ser quien quisiese, si ponÃa empeño. Esto me dio mucho en que pensar, hasta que me topé con un muro infranqueable. No sabÃa de dónde brotaban todas esas ideas que tenia para mi, y mucho menos porqué se me habÃa ocurrido cambiar. A caso mi ser más profundo quiere llegar a la perfección? Pensé, pero luego me di cuenta de que solo lo hacÃa por innovarme, por ser diferente al “antes”, por ese cambio continuo que te impulsa a veces a tomar un camino distinto al habitual, o a seguir por el de otras personas. Desde luego no creà llegar a ninguna conclusión. Solo supe que mi destino no estaba escrito, pues brotan de mi ideas a mares que son proyectos o igual matices intangibles de mi personalidad. Las ideas no son más que el grito de socorro que a veces hace falta dejar volar, para poder evadirse de la realidad, y estas, brotan de mi interior más abstracto, de mi alma acorazada entre las cadenas de mi moral, de mis pensamientos y actitudes
.El nombre del pensamiento
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada