Cuando nos paramos a pensar en qué nos rodea y dónde nos encontramos, examinamos en un primer momento nuestro ámbito familiar, laboral y social. Tras reflexionar sobre este entorno cercano, vamos ampliando gradualmente nuestros círculos de conocimiento, pasando desde nuestro barrio , ciudad, país, etcétera… hasta nuestro planeta y galaxia, la Vía Láctea. Nos damos cuenta de que formamos parte del Universo y aparecen nuevas preguntas que plantearnos acerca de él: ¿de qué está hecho?, ¿cómo empezó?,… Una de las preguntas que me planteo es si el Universo es finito o infinito, es decir, ¿acabará alguna vez llegados a un límite o por el contrario se prolongará indefinidamente? Los filósofos más antiguos ya se preguntaban acerca del universo que nos rodea, la mayoría de filósofos griegos aceptaban la idea de un universo finito, exceptuando a Arquitas de Tarento, contemporáneo de Platón, que se planteó la siguiente pregunta: «Si yo me encontrase en el límite extremo del cielo, ¿podría extender hacia afuera la mano o un bastón? Ciertamente sería absurdo que no pudiese hacerlo; pero si lo logro, eso debe implicar que hay algo fuera, sea un cuerpo o un lugar». Esta pregunta ya deja intuir que lo finito va a continuar hasta lo infinito. La pregunta que se planteó Arquitas de Tarento es la que hace referencia a la fotografía que he elegido, así he conceptuado un cielo estrellado y la mano de ese ser curioso, preguntándose si hay algo más o no
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Cuando nos paramos a pensar en qué nos rodea y dónde nos encontramos, examinamos en un primer momento nuestro ámbito familiar, laboral y social. Tras reflexionar sobre este entorno cercano, vamos ampliando gradualmente nuestros círculos de conocimiento, pasando desde nuestro barrio , ciudad, país, etcétera… hasta nuestro planeta y galaxia, la Vía Láctea. Nos damos cuenta de que formamos parte del Universo y aparecen nuevas preguntas que plantearnos acerca de él: ¿de qué está hecho?, ¿cómo empezó?,… Una de las preguntas que me planteo es si el Universo es finito o infinito, es decir, ¿acabará alguna vez llegados a un límite o por el contrario se prolongará indefinidamente?
Los filósofos más antiguos ya se preguntaban acerca del universo que nos rodea, la mayoría de filósofos griegos aceptaban la idea de un universo finito, exceptuando a Arquitas de Tarento, contemporáneo de Platón, que se planteó la siguiente pregunta: «Si yo me encontrase en el límite extremo del cielo, ¿podría extender hacia afuera la mano o un bastón? Ciertamente sería absurdo que no pudiese hacerlo; pero si lo logro, eso debe implicar que hay algo fuera, sea un cuerpo o un lugar». Esta pregunta ya deja intuir que lo finito va a continuar hasta lo infinito.
La pregunta que se planteó Arquitas de Tarento es la que hace referencia a la fotografía que he elegido, así he conceptuado un cielo estrellado y la mano de ese ser curioso, preguntándose si hay algo más o no
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