Es lógico dar por hecho que el pensamiento de los animales piensa
cosas al mirar por una ventana que tiene vistas hacia el exterior, es
decir, hacia la calle.
No simplemente porque escuchan sonidos
que les llaman la atención o porque ven distintos tipos de movimientos
de coches, gente, etc. o porque ven luces de semáforos, si no que
también se dice que lo que los animales piensan, concretamente los
gatos, es en qué hay ahí fuera. Esto sucede básicamente porque ellos se
encuentran al margen de lo que nosotros conocemos como la calle. Para
ellos es un mundo paralelo que no conocen y eso les asusta, por eso
muchas veces lloran por las noches cuando no están en compañía de sus
dueños, ya que cuando nosotros no estamos con ellos, se sienten
totalmente solos y temen a lo que nosotros conocemos como "la vida
real". Le temen porque es algo que ellos no pueden descubrir ya que se
encuentran en edificios o en casas que nos les permiten salir fuera y,
en gran parte, desearían poder salir al exterior para explorar aquél
mundo desconocido en su cabeza.
Por lo tanto, cuando los
animales miran por la ventana intentan descifrar todo aquello que les
llama la atención y observan pero no pueden conocer y lo observan como
otro lugar totalmente distinto del que habitan.
Boneti
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